Definitivamente el arte es muy provechoso para quien lo crea, como persona le ofrece muchas potencialidades. Por eso, la educación en arte a una edad temprana es una jugada estratégica para guiar a un niño por un camino seguro, directo al éxito.
Música, pintura, escultura, dibujo, escritura y cualquier otra demostración de creatividad puede ayudar al niño a focalizar todas sus energías en el trabajo de crear e inventar. El poder de invención y creación sin duda modela el carácter y hace de un simple ser humano, un potencial líder entre la masa que tiene el poder de guiarla a ver las cosas como él mismo las aprecia.
Pero no se trata de imponer en las guarderías o colegios la educación en arte, más aún, si es en actividades que no les agradan. Es necesario mirar las fortalezas del pequeño y analizar a conciencia que le gusta, con qué se identifica, cuáles son sus intereses particulares y cómo se siente cerca del arte.
Muchos niños muestras una especial cercanía con la música, por tanto no está de más preocuparse por que aprenda a cantar o a tocar algún instrumento. Esta actividad la puede hacer hasta donde se sienta satisfecho, pero claramente en un futuro agradecerá haber adquirido un buen oído en las clases de música.
Otros niños son genios de la pintura y del dibujo casi que desde la primera vez que toman un lápiz en sus manos. Se puede tener la certeza de que si se fomenta esta cualidad – que pocos tenemos – podrán llegar a ser artistas visuales de gran prestigio.
Pero más allá de la música y la pintura, una buena idea si el pequeño se muestra realmente interesado en las artes es brindarle una educación artística completa. Hoy en día, los artistas más famosos y populares del mundo son artistas integrales, que saben bailar, actuar, cantar, tocar diversos instrumentos y, por ahí, en su tiempo libre pintan un cuadro o hacen un grafiti. De verdad, hay artistas que cuentan con estas excelentes aptitudes.
De tal manera que si se quiere ofrecer una educación completa a los niños no basta sólo con enviarlos a la escuela infantil y que allí reciban clases de matemáticas o ciencias. El complemento artístico deja una huella imborrable en ellos, así como en su presente y futuro; por eso, la educación en arte más que un gasto, es una gran inversión que más adelante ellos sabrán agradecer.